¿Cómo describiría el impacto que ha tenido en su vida personal y profesional haber estudiado en la PUCMM?
La PUCMM, mi alma mater, me brindó las herramientas para fomentar el pensamiento crítico y la disciplina, elementos cruciales para alcanzar las metas académicas y profesionales posteriores a mi licenciatura en Economía. Considero que esto fue posible por la sinergia que proporcionó la Universidad, entre profesores altamente capacitados y un programa curricular riguroso, así como la oportunidad de haber coincidido con un grupo de amigos que nos motivábamos a alcanzar la excelencia.
¿Cuáles son los principales retos que ha enfrentado tras finalizar sus estudios en la PUCMM?
Uno de los primeros desafíos fue encontrar la mejor manera de aplicar los conocimientos adquiridos a la realidad del mundo profesional, considerando la aprensión que generalmente surge al hacer las cosas distintas a como siempre se han hecho. Por otro lado, varias circunstancias fueron forjando la humildad para entender y respetar los distintos puntos de vista; comprender que no todo es blanco o negro.
En ese sentido, ha sido útil mantener una actitud pragmática, consciente de que en ocasiones las soluciones pueden encontrarse en las distintas escalas de grises, combinando diferentes perspectivas; además de buscar un equilibrio entre los aspectos claves a innovar y las lecciones aprendidas por la experiencia pasada.
Economista, docente e investigador, son algunos de sus roles, ¿cómo valora los resultados de su dinámica laboral y profesional hasta ahora?
He tenido la fortuna de poder desempeñarme profesionalmente en lo que estudié y me apasiona: el análisis económico, monetario y financiero. He desarrollado gran parte de mi vida laboral en una gran institución, el Banco Central, que me ha apoyado en mi capacitación, me ha permitido crecer en base al esfuerzo y la posibilidad de trabajar con un equipo de excelentes colegas.
Asimismo, valoro enormemente la oportunidad que he tenido de impartir docencia universitaria, permitiéndome transmitir los conocimientos y experiencias adquiridos, reaprender de la interacción con los estudiantes y de aportar un granito de arena a la formación de futuros profesionales.
¿Cuál considera es un recuerdo o vivencia especial durante sus años como estudiante de la PUCMM?
Mi tiempo como estudiante coincidió con la mayor crisis financiera de nuestro país en 2003-2004, que provocó un colapso de la economía, una alta inflación y depreciación de nuestra moneda. Los desafíos que enfrentaba el país en aquellos tiempos dieron origen a debates interesantes entre alumnos y profesores, muchos de los cuales eran protagonistas de primera línea. Estoy convencido de que esa experiencia fue uno de los factores que me motivó a especializarme, posteriormente, en el área de las políticas monetarias y financieras.
Usted se desempeña como docente de economía y finanzas, ¿podría compartir con nosotros cuál fue su asignatura favorita durante sus años de estudiante en la carrera de grado y por qué?
Mi asignatura favorita en la carrera de Economía fue Teoría Monetaria, y también es la que más disfruto enseñar. Esta materia me permitió, a través de la combinación de conceptos teóricos y modelos matemáticos, comprender la importancia de los bancos centrales y del sistema financiero, entender el rol del dinero en una economía y aprender de las experiencias exitosas de otros países, al igual que de aquellas no tan auspiciosas como la crisis del 2003-2004. Años más tarde resultó que, los conceptos y las herramientas adquiridas en esta asignatura se convirtieron en la base de lo que realizo diariamente en el Banco Central.
¿Qué les aconseja a nuestros estudiantes y egresados de la PUCMM que desean desarrollar su carrera en el sector financiero?
Mi recomendación es que traten de identificar un área que les apasione, que les dé sentido a los sacrificios necesarios para capacitarse constantemente y que les motive a dar la milla extra. También les aconsejo que aborden los desafíos con una visión holística, haciéndose las preguntas correctas para observar el panorama más amplio, ponderando soluciones innovadoras y evaluando cómo estas propuestas impactan en distintas dimensiones.
En esa línea, uno de los mejores consejos que les puedo dar proviene de John Maynard Keynes, el más importante pensador económico: “El gran economista [y financiero] debe poseer una rara combinación de dotes. Debe ser matemático, historiador, estadista y filósofo. Debe comprender los símbolos y hablar con palabras corrientes. Debe contemplar lo particular en términos de lo general y tocar lo abstracto y lo concreto con el mismo vuelo del pensamiento. Debe estudiar el presente a la luz del pasado y con vistas al futuro…”