Emil De la Rosa

Recuerdo que aproximadamente tres semanas antes de entrar a la Universidad, no sabía qué hacer porque no tenía los recursos para entrar ni quería abandonar mis sueños. Cuando de repente me llega un correo de la Fundación, con la mejor noticia confirmando que me otorgaron la beca, ese día fue uno de los más felices, porque podría cumplir mi sueño de toda la vida y ayudar a los demás. La beca para mí significa un sueño cumplido, futuras vidas salvadas, una oportunidad de ser un excelente doctor y transmitir mis conocimientos a los demás.