Por la Lic. Keyla Aybar Herrera
Egresada de Psicología Organizacional y fundadora del Centro Proyecta.
Como colaboradores todos hemos tenido que, en algún momento de nuestra experiencia profesional, lidiar con compañeros difíciles o lo comúnmente llamados tóxicos. Sin importa cuánto te guste tu trabajo a veces ni ganas tienes de llegar a la oficina porque te encuentras con ese tipo de persona que desde que llegas, sientes una nube gris a tu alrededor.
Si esto te es familiar, no eres ni la primera ni la última persona que ha pasado por esto, o sea que no estás solo/a. Investigaciones recientes demuestran que aproximadamente el 80% de los trabajadores reportan experimentar estrés moderado a severo cuando tienen que colaborar con un compañero difícil, según un artículo de FastCompany.
La buena noticia es que no tenemos que desmayar en el camino, pues, lo más importante para tu éxito profesional y personal es tener la capacidad de trabajar con cualquier persona, te guste o no te guste ¿por qué?, pues, si dejas que el comportamiento de otra persona te afecte, probablemente seas tú quien pierda más que el otro, hasta podría mal interpretarse y corres el riesgo de ganar la reputación de ser tú el difícil o el tóxico.
Lo más importante luego de identificar que tienes compañeros difíciles, es desarrollar estrategias que posibiliten que todos puedan mantener un entorno laboral agradable y que se puedan cumplir los objetivos de la organización. Las estrategias no tienen que ser elaboradas, pienso que lo más simple es lo que puede funcionar mejor y con esto podemos resolver los conflictos.
“Investigaciones recientes demuestran que aproximadamente el 80% de los trabajadores reportan experimentar estrés moderado a severo cuando tienen que colaborar con un compañero difícil”
Para poder lidiar con compañeros difíciles, te muestro algunas estrategias que pueden ser efectivas:
Examinar primero tu comportamiento antes de decir que el otro es difícil: El autoconocimiento es clave para poder tener una opinión neutral y justa frente a la otra persona, antes de juzgar al otro, primero debes de examinarte tú.
No lleves lo profesional a lo personal: Este es un error que se da comúnmente, independientemente de cómo se comporta tu compañero, haz las cosas de manera justa, aunque a tu compañero le pueda molestar.
Aporta diferentes soluciones para aminorar o solucionar el problema que sean buenas para ambas partes: Escuchar al otro es importante y juntos pueden llegar a la solución sin crear conflictos.
Habla menos, escucha más: Muchas veces nos olvidamos de la escucha activa con los demás compañeros de trabajo, y únicamente nos importan que nos escuchen a nosotros.
Recuerda lo que te puede aportar trabajando con esta persona: Muchas veces nos concentramos en el lado negativo, y nos olvidamos lo que podemos aprovechar de esa persona para nuestro beneficio personal y profesional.
Trabajar con compañeros difíciles o tóxicos es verdaderamente un reto y nunca es divertido, por lo que es muy importante siempre mantener la calma, tratar de controlar la situación y buscar la solución… a fin de cuentas, este reto representa una parte importante de tu desarrollo profesional y tu reputación, siempre tomando en cuenta que los problemas interpersonales no interfieran con un gran profesional que sé que eres.