¿Qué le motivó a ser, junto a su familia, miembro fundador de Guardianes de la Academia?
Contribuir a la educación de nuestro país. Cuando nos enteramos del programa y sabiendo el nivel de las personas que lo están gestionando, vimos una oportunidad de ser parte de un proyecto tan importante para el futuro de nuestra sociedad y evidentemente de nuestra familia.
Como egresado de Ingeniería Civil, ¿qué papel ha jugado la PUCMM en el desarrollo de su trayectoria profesional?
Haberme formado con profesionales de tan alto nivel en la carrera de ingeniería, dentro de una institución que ha mantenido excelencia de formación, crecimiento y liderazgo educativo, que desde entonces y hoy en día son referentes en el sector construcción, industrial, empresarial y económico, me generó un alto nivel de compromiso y motivación para poder llevar adelante un grupo empresarial que ya cumple 30 años ininterrumpidos aportando valor, empleos y, por supuesto, ejemplo en la comunidad en que nos desenvolvemos.
¿De qué manera se adentró en el desarrollo del turismo inmobiliario?
Por naturaleza. Soy de Puerto Plata y vivo en Puerto Plata, cuna del desarrollo turístico de la República Dominicana, donde la principal fuente económica la aporta el turismo, así que es prácticamente imprescindible estar involucrado en este sector económico.
De los proyectos que ha realizado, ¿cuál ha sido el más retador y cómo abordó los desafíos encontrados?
Es difícil seleccionar un proyecto como el más desafiante o retador, sin embargo, puedo decir que he tenido al menos tres proyectos que nos mantuvieron, en sus diferentes tiempos, con un nivel de enfoque y disciplina importantes. Aunque ninguno de estos tres proyectos tuvo un impacto de gran nivel económico en nuestra organización, todos eran relacionados al sector turismo y su naturaleza los hizo importantes.
El más reciente fue el club de playa del proyecto Punta Bergantín, donde en condiciones de precariedad casi absoluta (no existían las vías de acceso adecuadas, no existían servicios básicos como agua y luz; comunicación contando, además, con unos tiempos de ejecución en extremo cortos), pudimos lograr un resultado de alta calidad de construcción y arquitectónica en un tiempo record de unos 60 días. Al inicio de este proyecto, fuimos afectados además por los efectos del clima altamente lluvioso, lo que conllevó a realizar jornadas extendidas para recuperar las horas de imposibilidad de trabajo y esto tambien complicado con la fuerte baja en disponibilidad de mano de obra en toda la zona. Sin embargo, sabiendo la gran importancia que tiene este desarrollo para la zona norte de nuestro país, y para el país, en general como nueva oferta de valor al sector, pusimos todo el empeño de nuestro equipo humano y logramos el objetivo sin problemas.
“Considero que como iniciativa principal debemos impulsar la educación de nuestra gente. Habiendo tenido la oportunidad de visitar diferentes destinos turísticos en otros países, veo como principal desafío la manera en cómo los proveedores de servicios se relacionan con los clientes”.
¿Qué iniciativas considera prioritarias para fortalecer la competitividad de la zona norte frente a otros destinos?
Considero que como iniciativa principal debemos impulsar la educación de nuestra gente. Habiendo tenido la oportunidad de visitar diferentes destinos turísticos en otros países, veo como principal desafío la manera en cómo los proveedores de servicios se relacionan con los clientes. Crear escuelas de formación de servicio al cliente, reforzar las habilidades de nuestra fuerza laboral y aumentar la cantidad y calidad de los trabajadores en todas las áreas de la economía (construcción, hospitalidad, guías, transporte) va a hacer la diferencia en el deseo de repetir que generen nuestros visitantes cuando sean tratados con la calidad adecuada.
No menos importante, cuidar la limpieza y nuestro medioambiente. Vemos un gran problema en la presencia de basura, plásticos, sobre todo, en nuestras carreteras, ríos y playas. Asimismo, cuidar el efecto de la arrabalización de nuestras ciudades, campos y vías, alrededor de las cuales deberían mantenerse distancias suficientes que permitan su expansión en la medida que los flujos de visitantes lo requieran.
Además, crear ofertas innovadoras, gastronómicas, shopping, etc, con enfoque en la competitividad, la honestidad, la innovación y una adecuada relación calidad/precio, que aporten valor a los visitantes y los motive a gastar en nuestras ciudades beneficiando a su vez el crecimiento económico de la comunidad que les acoge y les sirve.
Por último, y muy importante, la inversión del Estado en infraestructuras: sanitarias, viales, de comunicación. Durante los últimos 45 a 50, hemos podido ver cómo ha crecido la demanda de servicios y, lo determinante que son estos servicios para el crecimiento del turismo. En el pasado fuimos víctima de la merma turística por no disponer de los servicios básicos que generan la comodidad y el bienestar que busca un turista cuando visita un destino y, cuando se carece de ese confort del que quiere disfrutar cualquier vacacionista, el deseo de volver o de recomendar se pierde.
