Cuéntanos, ¿quién es Mónica Rodríguez Córdoba?
Es una persona que ama y disfruta lo que hace. Que lucha diariamente por su felicidad y el bienestar propio y de aquellos que la rodean. Alguien que no busca competir con nadie, sino que trata cada día de ser una mejor versión de sí misma.
¿Por qué decidiste estudiar Derecho y cómo fue tu experiencia como abogada?
Porque entendí que el abogado está llamado a brindar posibles soluciones a sus clientes, buscando siempre el bienestar social amparado a la verdad y la justicia. El Derecho me permite ayudar a que toda persona pueda conocer sus derechos y hacerlos valer, para que así no sean objetos de las injusticias que ocurren a diario. Puedo decir que mi experiencia como abogada fue buena, porque conocí y litigué con muchos abogados que me demostraron que por más que se quiera ganar un caso, nunca debemos dejar a un lado la ética profesional. Además, tuve la oportunidad de tener un contacto más directo con las personas, lo que me llevó a entender y valorar a cada ser humano.
¿Cuáles de los aprendizajes obtenidos en tu formación académica han sido determinantes en tu vida profesional?
Aprendí que si quiero lograr algo debo esforzarme y luchar por conseguirlo, no dejarlo a la suerte ni postergar mi meta, pues los años pasan y luego nos lamentamos de no haber hecho más en su momento. Además, aprendí que el mayor logró de un profesional no es la fortuna que este pueda hacer, sino ganarse el respeto y admiración de los demás; que los principios nunca deben ser negociables.
¿A qué te dedicas actualmente?
Actualmente mi esposo y yo tenemos un negocio familiar; un taller de desabolladura y pintura de vehículos.
¿Cuándo comenzaste a correr y qué te motivó a hacerlo?
Comencé a correr en el año 2012. Siempre he sido alguien que le gustan los deportes, cuando estaba en el colegio jugaba volleyball, incluso en la universidad esa fue mi materia extracurricular, luego comencé a asistir al gimnasio. Pero debo admitir que nunca había corrido, comencé a ver a muchas personas haciéndolo, así que un día decidí ir la Universidad (PUCMM) a correr y experimentar esa sensación y fue tan grande el placer que sentí, que cada día me iba proponiendo correr un poco más.
¿Qué le dirías a la Mónica de 10 años sobre su futuro?
Que nunca deje de luchar por lo que desea, que siempre sepa enfrentar las situaciones difíciles que le pueda presentar la vida, que nunca ponga en juego sus principios de lealtad, respeto, honestidad y sobre todo que mantenga siempre un corazón humilde llevándola a ayudar al necesitado y luchar contra las injusticias.
¿Cuál es el mayor desafío que has enfrentado en el mundo del running?
Cuando decidí correr la distancia de 100km sin parar.
¿Cuál es tu mejor recuerdo de una carrera?
Bueno, me llegan ahora mismo dos que han significado mucho. Uno es haber acompañado a mi hija a hacer su primer maratón y cruzar juntas la meta. El segundo es cuando una vez iba corriendo por la montaña, con unos 60 y pico de kilómetros, cansada, ver cómo salían niños descalzos y poca ropa, mostrando su sonrisa y se ponían a correr a mi lado, lo que me daba ánimo para continuar.
¿Con quién de tu familia compartes tu pasión por correr?
Mi hija y mi hermana.
¿Cuáles son tus aspiraciones para el futuro?
Aspiro, mientras tenga vida y salud, poder seguir llevando este estilo de vida, lo que me llena de fuerza, ánimo y felicidad; demostrar que no importa la edad que tengamos para comenzar a realizar algún tipo de ejercicio, deseo poder seguir inspirando a muchos y demostrar que mientras tengamos disciplina y voluntad todo lo podemos lograr.
