Entrevista al arq. Raylin Díaz Suárez

Egresado de la carrera de Arquitectura.

Arquitecto, diseñador de interiores y vitrinas, consultor creativo y storyteller.

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¿Cómo describirías a Raylin Díaz?

Me describo como una persona muy perseverante y enfocada. Siempre me trazo metas y me mantengo trabajando para alcanzarlas. De igual manera, me considero una persona sensible en todo el sentido de la palabra y creo que esa sensibilidad es la que me ha permitido llegar más lejos y ver cosas que quizás otros no ven. Considero que es esa sensibilidad la que me ha dado el empujón para hacer las cosas bien hechas y con criterio.

¿Cómo descubriste tu vocación?

Desde pequeño siempre fui curioso, me gustaba pintar y todo lo relacionado con manualidades. Pero cuando exploré las carreras de la PUCMM pensaba que iba a ser médico, de hecho, quería ser pediatra. Sin embargo, mi vocación real debía estar relacionada con el diseño, la estética, los colores. Es por esto por lo que la Escuela de Arquitectura me atrapó y fui descubriendo paso a paso mi vocación. No obstante, luego de graduarme de Arquitectura y de hacer mi pasantía me di cuenta de que, por mi personalidad, quería enfocarme en la arquitectura fina, temporal, que cambiara, que me mantuviera con adrenalina en lo que estaba haciendo. Entonces, ahí fui descubriendo que esa era mi verdadera pasión dentro de la Arquitectura. Así que, me fui desarrollando poco a poco en esta rama.

¿Cuáles son tus fuentes de inspiración?

Considero que uno se inspira de todo realmente: de una conversación agradable, cuando viajo. Para mí, los viajes son sumamente importantes para conocer otras culturas, otros puntos de vista. Siempre tomo algo de cada experiencia, de cada momento; creo que se trata de escuchar diferentes opiniones, aprender de ellas y sacar tu propia conclusión. De igual manera, considero que todos somos creativos en algún área. Yo puedo ser creativo en la parte de diseño, pero otro lo puede ser en los números. Para mí la creatividad y la inspiración pueden venir en los momentos menos esperados.

¿Qué haces cuando te sientes bloqueado?

Todos tenemos temporadas altas y bajas. Hay días en los que me siento súper creativo y le digo a mi equipo que estoy 220, bien eléctrico. Pero, hay ocasiones en las que estoy menos enérgico, como cuando la luz se va. En estos momentos en los que falta la inspiración, considero que hay que seguir el instinto, el cual es muy importante en mi carrera. De igual manera, pienso que es vital contar con un buen equipo en el que se pueda delegar y confiar. Entonces, en los momentos en los que me tranco en algo, me reúno con mi equipo y en conjunto sacamos las ideas.

¿Cómo es tu proceso creativo?

En mi caso necesito ver las cosas primero: ver ejemplos, colores, texturas, etc. Tengo que visualizarlo todo para empezar a tomar decisiones. Para mí es muy importante ver los proyectos de manera global. A veces estamos tan enfocados en un solo aspecto que nos olvidamos de ver las cosas desde afuera, como un todo, pensando en lo macro del proyecto para tener presente cada detalle. En esta fase es donde puedo delegar cada tarea a quien mejor la ejecutará.

Menciónanos a alguien que admiras

Yo admiro a muchas personas. No obstante, puedo decir que admiro mucho a mi mamá porque siempre ha sido una mujer trabajadora e independiente, que sabe salir adelante en cualquier situación dando su mejor cara. Desde que tengo uso de razón mi mamá se despierta temprano, sale a trabajar, llega a la casa y resuelve todo. Para mí, eso es muy inspirador.

¿Por qué decidiste irte del país luego de graduarte?

Hace aproximadamente 14 años las oportunidades académicas eran más limitadas. Considero que la educación y la formación son muy importantes y llegué a un punto en el que sentí que mi nivel de preparación aquí llegó a su límite. De igual manera, considero que salir a una nueva cultura y aprender de una nueva forma de trabajo es bastante educativo. Todo esto me llevó a la conclusión de que tenía que salir del país por un tiempo y si mi tocaba volver, pues lo haría más preparado, tomando esos nuevos conocimientos para aplicarlos en proyectos de manera local.

¿Cómo fue el proceso de adaptación en el extranjero?

No fue nada fácil, llegué a Estados Unidos súper joven y no hablaba nada de inglés. Realmente, New York es una ciudad muy fuerte y demandante, si no te subes al tren a tiempo, el tren se va y te deja sin importar el talento que tengas. Además, yo empecé bastante básico, tuve que comprar mucho café, sacar muchas fotocopias, aguantar muchos boches. Sin embargo, cuando humildemente demuestras que puedes hacer un buen trabajo, te enfocas en dar a conocer tu talento y te conectas con las personas adecuadas, entonces puedes ir creciendo.

¿Por qué incluir la cultura dominicana en tu trabajo en el extranjero?

Realmente creo que todos los dominicanos que viven en el extranjero sienten esa nostalgia de quizás perderse algún cumpleaños, una fiesta de unos amigos o cualquier otro evento. Asimismo, al estar fuera del país empezamos a apreciar cosas que antes no valorábamos. En mi caso, una de ellas fue el carnaval. Yo siempre participé en el carnaval, pero realmente empecé a apreciar su cultura, el show, el trabajo manual y la estética del disfraz cuando trabajé con marcas de ropa en el extranjero. Un día tomándome un café con un amigo en Santiago llegué a la conclusión de que había que llevarse un show de aquí y nos llevamos un lechón para el show de la marca con la que trabajaba en ese momento, presenté la idea y lo hicimos.

¿Qué es y cómo surge Marchanta? 

Cuando vino la pandemia y estábamos todos trancados en New York, en mi trabajo cerraron por aproximadamente 6 meses y ese fue el tiempo donde pude retomar la idea que desde antes ya tenía. Entendí que como creativo no podía trancarme 24/7, que debía sacarle provecho a lo que pasó en todo el mundo y me enfoqué en algo que yo quería hacer cuando todo regresara a la normalidad. Durante tres meses estuve desarrollando la idea de Marchanta, trabajando con un equipo de manera virtual, armando todo el proyecto. Hoy día Marchanta es una marca de piezas esculturales de colección pintadas de manera que representen lo que es la cultura caribeña, hechas con materiales nativos de la República Dominicana. En este primer volumen son 220 piezas muy exclusivas. De igual manera, Marchanta tiene un producto que es básicamente permanente y accesible para todos. En conjunto con artesanos locales creamos la vasija, que es totalmente reusable, pensando en la sostenibilidad. Asimismo, creamos para Marchanta su aroma insignia, que es un velón elaborado de manera local, cuya fragancia fue desarrollada por un perfumista francés.

¿Cuáles materiales utilizas en tus piezas de Marchanta?

Se usa el portoro gold, un mármol que se encuentra en las canteras de Samaná; la coralina, extraída de las canteras de Boca Chica y la madera de Samán, entre otros.

¿Estas piezas están a la venta solo en la República Dominicana o planeas distribuirlas en el extranjero?

Este primer volumen de Marchanta fue lanzado en Santiago y estamos buscando distintos medios para que se mantenga en el país porque ha sido 100% trabajado en RD; mi deseo es que la gente comprenda que aquí existe mucho talento. Sin embargo, Marchanta como marca busca proyectar la República Dominicana en el exterior. Creo mucho en el intercambio cultural y considero que la mejor manera de dar a conocer al país es sacando los productos de calidad que aquí se elaboran, creando colaboraciones entre artistas extranjeros y artistas locales, intercambiando ideas y proyectándose mutuamente.

¿Cuáles son tus planes a futuro con tu marca?

El volumen 2 será dominicano, a mayor escala, en colaboración con nuevos artesanos.

Cuéntanos sobre algún recuerdo que tengas de tu tiempo en la Universidad.

Recuerdo ser el mas inquieto de mi clase y era el que más tiempo pasaba trabajando en el concepto, porque considero que si la idea conceptual no es fuerte, el proyecto no tiene sentido. Es por esto que, mientras mis compañeros ya estaban trabajando en sus maquetas, yo seguía en el concepto.

¿Qué te gustaría que hubiera de más y de menos en la República Dominicana?

De más: que creamos en nuestro talento local.

De menos: que creamos que lo que se hace fuera es mejor que lo que se hace aquí.

¿Qué consejo le darías a nuestros Egresados de Arquitectura?

Lo más importante es mantenerse enfocado. Si te dicen que no, inténtalo. Si lo intentas y fallaste, sigue intentando hasta que te salga y siempre sigue tu instinto.

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