Por la Ing. Minoru Yokoyama Kunhardt
Egresada de Ingeniería Industrial. Coordinadora Gastronómica y Chef Instructor del TEP PUCMM.
Los cambios que hemos experimentado desde la primavera del 2020 han hecho que reevaluemos todo en nuestras vidas. Lo que antes era tan importante ahora lo vemos con otros ojos. Lo que hacemos con nuestro tiempo libre y en el trabajo ha cobrado nueva importancia. Apreciamos más a nuestra familia y queremos dedicarnos a algo que realmente nos agregue valor. Hemos descubierto talentos nuevos en nosotros mismos. Las prioridades han cambiado y el mercado también.
Todos sabemos que el éxito de una empresa se basa en objetivos proyectados cumplidos, entonces, ¿qué han hecho las compañías que no solo han sobrevivido pero que también han crecido en estos tiempos?
Valoraron a sus empleados
Toda empresa sabe que su activo más preciado son sus empleados, con la pandemia se redefinieron los roles de cada uno de ellos, se analizó realmente cuántos empleados son necesarios para ser operacionales y se invirtió en ellos. La industria se ha visto afectada por la escasez de mano de obra, el formato “antiguo” de oficina ya no es tan atractivo como antes. Muchos de nosotros somos más efectivos trabajando desde casa, en donde podemos controlar las distracciones y ahorramos tiempo (y energía) con el simple hecho de no tener que lidiar con el tránsito.
Las empresas innovadoras y con un portafolio de servicios suficientemente flexible pueden ofrecer a sus empleados activos y futuros mejores condiciones de trabajo. Un equipo entrenado, organizando y trabajando juntos es la mejor fuente de información de cómo mejorar tu gestión y cuáles innovaciones implementar.
Son Flexibles
La adaptabilidad también es una característica que muchas empresas han adoptado. Los precios de los insumos, la eficiencia de la cadena de suministros y la disponibilidad de productos importados fueron factores que influyeron en la modificación de su oferta de productos terminados, esto se aplica especialmente en negocios de alimentos y bebidas. Estas limitaciones también enseñaron a controlar los costos y a darse cuenta de que se puede hacer mucho con muy poco, si se sabe aprovechar cada fase del proceso de manufactura.
Se diversificaron
Una lección dura pero invaluable aprendida durante la pandemia está en el refrán: “No pongas todos tus huevos en la misma canasta”. Disponer de múltiples entradas basadas en múltiples servicios asegura que tu compañía se proteja de cambios inesperados. Repensar el modelo de negocio y pivotear a tiempo es esencial en la constante evolución del mercado y en la retención de los clientes.
Se digitalizaron
La tecnología está aquí para quedarse, comprar online es el nuevo Mall y el delivery personalizado sustituye al carro familiar, el cual solo se utiliza para lo necesario. La palabra clave aquí es “conveniencia”, buscamos ahorrar tiempo y dinero, lidiar menos con las molestias de la ciudad, comprar seguros en todos los sentidos (higiene, transacción bancaria y calidad del producto), y tener acceso a la mayor variedad posible. Las empresas exitosas lo saben y han extendido sus servicios hasta la pantalla de nuestro celular. La tecnología no solo ha ayudado en ventas, sino que también son punto crucial en las operaciones diarias y en la eficiencia de tu personal.
Una de las mejores lecciones que todos podemos aprender de la pandemia es un compromiso renovado con la resiliencia. Cuando una empresa y sus empleados son sometidos a prueba como en esta crisis mundial, aprenden colectivamente sus fortalezas y las áreas en las que pueden mejorar. Todos debemos asegurarnos de aplicar esas lecciones y salir fortalecidos para enfrentar lo que sea que venga.
Es a través de estas situaciones difíciles que encontramos lo que más importa en nuestro negocio y en la vida; y nos recuerda a toda la empatía, el amor y la humildad con la que debemos tratarnos a nosotros mismos, a nuestros compañeros de trabajo y a nuestros clientes cada día. Recordar eso y priorizarlo en todas nuestras interacciones nos ha hecho más fuertes a través de la adversidad. Hemos aprendido a estar preparados para todo porque todo es posible, valorar a nuestros empleados, tener control en nuestras operaciones y estar atentos a los cambios del mercado para ajustarnos a la nueva realidad son factores clave para poder seguir creciendo.