Por la Dra. Isabel Aimée Caamaño Tawil
Coordinadora de Trasplantes y Soporte Directivo del INCORT, estudiante de la Maestría en Gestión de Salud en PUCMMEn el mundo contemporáneo, la gerencia en salud constituye una parte esencial de los esfuerzos de entrega de servicios y atención médica, pública y privada. Los cambios que se registran a nivel mundial, exacerban la necesidad de tener un acceso rápido a información actualizada atendiendo a los problemas relacionados con la planificación y administración de los centros sanitarios. Es indispensable contar con normas y regulaciones estandarizadas, creadas desde la evidencia científica. Estos protocolos orientados a garantizar mejores prácticas deben también poder ser adaptados para su aplicación en una problemática local.
La creciente complejidad de las ciencias médicas requiere que los profesionales de salud, independientemente de sus credenciales y áreas de trabajo, adquieran el conocimiento y la preparación necesaria para crear las condiciones óptimas en la oferta de servicios hospitalarios de calidad. La gerencia hospitalaria nace de esa necesidad de eficientizar las actividades del sistema de salud, en particular aquellas relacionadas con la dinámica administrativa. Y tiene como fin de elevar la calidad de los servicios y la reducción de los costos, con la meta de sobrevivir en un mercado competitivo y humanizado.
En la actualidad nuestro país carece de profesionales capacitados con conocimientos de gestión en salud y habilidades de liderazgo, que formalmente los acredite para ocupar cargos administrativos y gerenciales en las diferentes entidades que componen el sistema de salud nacional. Las facultades de medicina en nuestro país se enfocan en preparar galenos excelentes, con destrezas y conocimientos, basados en la ciencia, ética y humanismo. Sin embargo, la carencia de capacitación dirigidas a la gestión en salud es consistente entre todos los programas de grado universitarios de nuestro país. Entre las “reglas no escritas” en la práctica de la medicina tradicional, está la asunción de que el médico tenía la capacidad de identificar y solucionar las problemáticas que limitaban el ejercicio de su profesión.
Luego de cursar la maestría de Gestión en Salud de la PUCMM, pude identificar de manera más clara la necesidad de evolucionar que existe en nuestro sistema de salud. La urgencia de crear un balance entre a la oferta y demanda trabajando con presupuestos finitos, mientras se garantiza el cumplimiento con los estándares locales e internacionales. Durante mi formación como gerente en salud conocí la importancia de establecer estrategias, con aplicación y mejora de procesos. Que la planificación es importante pero no suficiente sin la creación de planes de contingencia, que anticipen eventualidades y limitaciones que pudieran presentarse en el camino.
El manejo de los recursos humanos es la clave de la estrategia para alcanzar, el buen funcionamiento de los servicios de salud, proporcionando a los usuarios servicios con calidad, convirtiendo los centros sanitarios en el lugar ideal donde el paciente quiera regresar, recibiendo un trato digno, humanizado, con universalidad, equidad, trato individualizado y con el resultado esperado. Es importante una retroalimentación periódica por parte de los usuarios y del personal, donde se recolecten y analicen datos e informaciones, entendiendo comportamientos y situaciones, midiendo indicadores de los resultados a favor y en contra, para realizar proyecciones futuras.
El postgrado de gestión en salud debe ser valorado como una especialidad en iguales condiciones que las tradicionales, clínicas y quirúrgicas, debido a que promueve la mejora del funcionamiento y garantiza la calidad de los servicios de salud y atención al usuario. En conclusión, debe ser la persona que haya sido capacitada con el conocimiento de gestión, la responsabilidad, el trabajo en equipo y el liderazgo quien se encargue de garantizar la armonía y la dinámica de las diferentes entidades, que conforman el sistema de salud.
