Por el lic. Alberto Yunén
Egresado de la PUCMM de la licenciatura en Administración de Empresas (2008) y de la Maestría en Alta Gestión Financiera (2014).La existencia y el funcionamiento de los mercados de valores son fundamentales en la economía global, proporcionando un medio crucial para la canalización eficiente de capitales hacia empresas e iniciativas con potencial de crecimiento. En este sentido, el mercado de valores dominicano no es una excepción, desempeñando un papel vital en el desarrollo económico del país, al ofrecer opciones de financiamiento tanto para nuevas empresas como para aquellas que buscan expandirse.
Existen distintas maneras para un posible emisor ir al mercado. Dependiendo de cuál sea la vía elegida, esta tendrá connotaciones distintas tanto para el colocador, así como para los inversionistas. Este proceso puede quedar reducido a dos maneras tradicionales: 1) emisión de acciones; en donde el emisor levanta capital en calidad de socio del inversionista, y 2) por medio de la emisión de bonos o títulos de deuda; pasando el emisor a ser acreedor de aquellos inversionistas que les proporcionarán el financiamiento.
Viendo lo anterior de cara a los inversionistas, quienes serán los que destinarán los recursos para adquirir estos productos, podemos partir de cuáles son algunas de las opciones que en materia de inversión podremos encontrar en el mercado de valores dominicano. Estas a su vez, las podemos dividir en 2 grandes grupos: productos de renta fija (bonos) y productos de renta variable (acciones, cuotas de fondos o valores de fideicomiso).
Como su nombre lo dice, los instrumentos de inversión de renta fija son aquellos instrumentos que desde el primer día de realizada la inversión, el inversionista conoce cuánto va a generar y hasta cuándo lo estará percibiendo. En los productos de renta fija, las opciones más comunes que podemos encontrar a través de los puestos de bolsa son: productos estructurados; siendo aquellos productos en los cuales el intermediario de valores paga al cliente un rendimiento fijo más una contraprestación o premio por el capital invertido, hasta una fecha de vencimiento específica. Este tipo de producto no le proporciona liquidez al inversionista, pero sí le permite flexibilidad en el tiempo de colocación de sus fondos, siendo perfecto para aquellas inversiones de corto plazo, tanto para personas físicas como jurídicas. Adicional a los productos estructurados, dentro de las opciones de renta fija podemos encontrar los bonos; los cuales ofrecen al inversionista una tasa de interés o cupón fija y el saldo del capital a una fecha futura predeterminada. A diferencia de los productos de corto plazo, en el caso de los bonos los inversionistas pueden disponer de liquidez en cualquier momento dentro de su período de vigencia, tanto para vender como para comprar (sujeto al precio del mercado), ofreciendo al tenedor del bono no solo la posibilidad de recibir un pago periódico de intereses, sino también la posibilidad de obtener ganancias o pérdidas de capital.
En el caso de los productos de renta variable, su beneficio generado podrá variar dependiendo de cuáles serán los resultados del vehículo de inversión en el que el inversionista coloque su dinero. En nuestro país, hasta hace poco, solo contábamos con valores de fideicomisos de oferta pública y cuotas de fondos de inversión de oferta pública. Algunos de los sectores en los que se han invertido estos fondos y fideicomisos son: inmobiliario, energético, industrial, entre otros.
A partir del año 2023, con la emisión de acciones comunes de la empresa César Iglesias, así como de acciones preferidas del Banco Promerica, se dio inicio a un nuevo hito en el mercado de valores dominicano, contando ya con acciones de oferta pública como instrumento de inversión. En el caso de los fondos de inversión de oferta pública, fideicomiso de oferta pública y acciones comunes de oferta pública; los inversionistas pueden recibir flujos de pagos en forma de dividendos como resultado del ejercicio, aunque el enfoque del inversionista va más dirigido a obtener posibles ganancias de capital en el tiempo, por medio de la venta de su instrumento (valor, cuota o acción). En el caso de las acciones preferidas, por lo general tienen una estructura cuya opción de inversión se presta más para aquellos inversionistas que desean un instrumento con una menor volatilidad.
Como podemos ver, el mercado de valores dominicano ofrece una gran variedad de opciones de inversión, que le permiten a los inversionistas invertir en distintas áreas de la economía nacional, diversificando sus recursos y creando lo que sería un portafolio de inversión. Es importante que cada inversionista defina cuál es su apetito de riesgo para en efecto determinar el tipo de inversión que se ajuste mejor a sus necesidades y en esta parte es muy importante tener el acompañamiento adecuado. Parte del rol de los puestos de bolsa es llevar de la mano al cliente para que estos reciban la información pertinente de cómo funcionan cada uno de los instrumentos disponibles y puedan tomar sus propias decisiones acorde a su perfil de inversionista.
