Entrevista a la lic. Hilda María Peguero

Egresada de la licenciatura en Trabajo Social.

Presidente Circulo de Locutores Dominicanos, Inc

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¿Qué la motivó a estudiar Trabajo Social?

En el Colegio (en La Romana) nació mi vocación para estudiar Psicología con el deseo de ayudar a los demás en su comprensión de su entorno de vida y su ser. Mi familia es del Cibao y queríamos estudiar en la PUCMM, pero no tenían esa carrera, la más similar en el pensum era TSS. Después me di cuenta de que no hubo una carrera más perfecta para mí que Trabajo Social.

Durante su vida universitaria formó parte de la Tuna PUCMM, ¿cómo aportó esta experiencia a su vida personal y profesional?

¡Claro que sí, muchísimo! Entré a la Tuna buscando la manera de aliviar los gastos para el pago de la Universidad y además me gusta el arte muchísimo. Jamás pensé que participar de la Tuna iba a significar tanto para mi vida profesional futura. Conocer personalmente a monseñor Agripino me llevó a que después de graduada, él mismo me invitara a crear la Oficina de Estudiantes Internacionales en el Decanato de Estudiantes, en la cual además fui su primera directora.

¿Actualmente realiza actividades relacionadas con la Tuna?

La mayoría de los que integramos la Tuna en los años 80, nos seguimos reuniendo. Buscamos la manera de hacer encuentros, incluso junto a algunos del Grupo de Baile de ese entonces, dirigido por Marisol Almonte.

Ya tuvimos un encuentro en Estados Unidos, en Jarabacoa, en La Romana y en Santiago. Nos juntamos a cantar y a compartir como la “familia” que somos. Hasta nos mandamos a hacer el traje de la Tuna. Tenemos invitaciones para cantar fuera del país el año que viene. Pero todo esto es una forma de conservar esa chispa de la juventud que nació en el campus PUCMM.

Tras haber culminado sus estudios universitarios fue directora del Decanato de Estudiantes de la PUCMM, ¿qué desafíos enfrentó al asumir este cargo? 

Muchos desafíos siendo apenas una jovencita de 21 años. Crear desde cero un departamento en la Universidad fue una gran responsabilidad y un reto que asumí sin temor. Monseñor confiaba en nosotros y yo confiaba en lo aprendido en la carrera. Todo eso unido a la pasión por dar lo mejor, dio sus frutos. Ya en ese entonces, la Universidad tenía programas de estudiantes que venían a aprender español y a conocer la cultura y teníamos que poner en marcha el departamento rápido. ¡Fue un éxito!

¿Cómo surge su pasión por la locución?

Es una larga historia que inició aún sin saberlo, mientras estaba en primaria. Estudié en un colegio de las Carmelitas Teresa de San José y allí me designaron un día a hacer una maestría de ceremonias. De ahí, participaba siempre en actividades propias de la iglesia. Todo muy lejos de la locutora en que luego me convertiría. Pero entiendo que sembraron esa semilla por el arte del buen hablar, aun siendo una persona muy tímida. Estudié Locución con la finalidad de mejorar mi oratoria y el recurso voz que tanto necesitaba como trabajadora social. Ya después fue creciendo esa pasión por ser la voz de quienes no podían hablar.

¿De qué manera ha aplicado lo aprendido en su licenciatura en Trabajo Social en sus labores como conductora de televisión?

La formación en Trabajo Social siempre sale a flote en todo lo que hago. Trabajar de manera sistematizada, la conceptualización, el conocer las necesidades de los demás que tengo enfrente, pero, sobre todo, mi meta con la comunicación es guiar a la solución de problemas y la aplicación de la responsabilidad social. Fíjate que uno de mis programas se llama “El Poder del Bien”.

¿Cuáles servicios voluntarios realiza como trabajadora social? 

Apoyo y formo parte de múltiples organizaciones sin fines de lucro, ya sea como asesora, en sus filas de voluntarios o en las Juntas Directivas. Fui presidente nacional de AFS Intercultura y he sido voluntaria por más de 20 años; actualmente soy miembro de la Junta Directiva de la clínica de Familia La Romana enfocada originalmente para ayudar a personas que viven con VIH ; Directivo en la Junta de Vecinos; con los Auxiliares Navales Dominicanos; en la Pastoral Familiar; Pastoral de Comunicación; encargada de los Cursos Prematrimoniales en la Zona Pastoral de LR; consultora del Proyecto Esperanza, que acompaña ante el síndrome post aborto, entre muchas otras organizaciones.

Actualmente funge como presidente del Círculo de Locutores Dominicanos, Sede Nacional. ¿Cuáles objetivos persigue esta institución?

Es la Asociación de Locutores que unifica a los locutores dominicanos a nivel nacional e internacional más sólida del país, creada el 17 de julio del año 1972. Lleva ya 50 años uniendo las voces que han construido la historia de la locución dominicana. Su objetivo es auspiciar acciones en la defensa de sus derechos y reivindicaciones. La elevación moral, cultural y profesional del locutor y la dignificación del sector, así como la integración de los mismos donde quiera que se encuentren. Tenemos 34 filiales en el país, incluyendo 3 filiales en Estados Unidos.

Como productora de eventos, ¿qué consejos les daría a los egresados que se dedican a la organización de eventos?

Uff.  Lograr hacer alianzas para trabajar en equipo. Creo que es lo mejor que puedo decirles porque no se trata de saberlo todo, sino de buscar unir esfuerzos con quien hace mejor cada área en particular.  Comprometerse solo con lo que se puede cumplir. Y estar abiertos a aprender cada día. Actualizarnos a cada momento con las tecnologías para innovar en cada evento, superando las expectativas de los clientes.

¿Qué mensaje quisiera transmitirle a los egresados y estudiantes de su alma mater? 

Se vale sentirse agradecidos y orgullosos de su alma mater. Ser egresado de la PUCMM es un privilegio. Les exhorto a mantener en alto el título obtenido en cada acción que desarrollemos en nuestro quehacer profesional. Ese sello de egresado de la PUCMM pesa mucho en el perfil a la hora de evaluar un profesional. Donde quiera que nos identifiquemos, sintámonos como lo que somos, una gran familia.

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